"Para Malaguzzi, todas las criaturas, en todas y cada una de las culturas, son inteligentes" (A.H.)

martes, 22 de septiembre de 2015

Plan Maestro - Propuestas Participativas para una Nueva Profesión Docente


Transformarse en educador es una tarea cotidiana e inacabada. Uno de los elementos que se hace sugerente de un camino honesto, dice relación con la capacidad de reflexionar críticamente el camino que se construye. 

Es por esto que esta iniciativa de completa gestión ciudadana, se abre como un pozo propio, porque en ella se vierten las visiones críticas y esperanzadoras de la sociedad que milita en educación, en el aula misma así como los sujetos propios de la educación.

En esta propuesta ha estado presente la Escuela Francisco Varela, a través de nuestro director Leopoldo y de quienes en red expusieron sus miradas para la dignificación del ejercicio de la profesión docente.

Hay que leerlo ....

Un breve y maravilloso extracto:

¿Qué educadoras y educadores necesita Chile? 

A continuación, se presentan conceptos clave, que debieran caracterizar al docente que el Chile del siglo XXI requiere. Es importante velar porque cualquier política pública referida a los docentes, cree y desarrolle las condiciones para contar con educadoras y educadores que fortalezcan de forma positiva los principios que a continuación se describen.

1. Vocación: se entiende por vocación docente el grado de comprensión, convicción y afecto por el deber ser de un educador, es decir, su llamado y tarea. El núcleo de tal llamado es el compromiso con, y la responsabilidad por, el aprendizaje y crecimiento humano de todos los niños, niñas y jóvenes a su cargo. La vocación impone un grado de responsabilidad y profesionalismo, mientras que al mismo tiempo se vincula con la alegría y llamado al servicio, tal como en todas las profesiones.

2. Manejo disciplinar: el docente requiere un conocimiento rico y profundo de las disciplinas o áreas del saber y la cultura que será su tarea comunicar en la enseñanza. Este manejo disciplinar es el que le permitirá utilizar diversas estrategias para comunicar y acercar el conocimiento a los niños, niñas y jóvenes; comprender y poder actuar con discernimiento respecto a la innovación y aplicar criterios adecuados de relevancia y contextualización respecto de los contenidos de la educación.

3. Manejo pedagógico: el docente requiere conocimiento pedagógico rico y profundo, consistente en el saber y herramientas necesarias para la enseñanza de los contenidos de las disciplinas, los valores y las actitudes, en diversidad de contextos y requerimientos. El saber pedagógico incluye criterios y técnicas de evaluación, resolución de conflictos, manejo de tecnologías de la información (TIC) y conocimiento sobre los distintos tipos de aprendizaje. El docente debe ser capaz de contextualizar su quehacer, Principios y Propuestas de reconociendo debilidades y fortalezas en el contexto en el que se desempeña. Un docente efectivo debe establecer y promover interacciones que proporcionan apoyo emocional y pedagógico a los estudiantes, y generar un ambiente de sala dinámico, productivo y organizado para apoyar la construcción del conocimiento entre los estudiantes. Asimismo, el educador debe manejar conocimientos y técnicas acerca de necesidades educativas especiales. Es importante respetar la autonomía del docente y proveer estudios de actualización permanente, para lo que se requiere otorgar el tiempo necesario para el desarrollo profesional y la planificación.

4. Reflexividad: se debe entender al docente como un profesional que está constantemente analizando su labor e identificando oportunidades de aprendizaje a modo de investigación en la acción. Para eso, es indispensable la capacidad de autocrítica, que el docente tenga buena disposición a identificar errores, a asumir los resultados de las evaluaciones y a compartirlos con los estudiantes, entendiendo la enseñanza como un trabajo en equipo.

5. Trabajo en equipo, colaborativo y en red: se requiere un tipo de docente que posea competencias para desarrollar trabajo en equipo, con capacidad de escuchar y disentir constructivamente para aportar al trabajo conjunto. El educador debe estar dispuesto a compartir su aprendizaje con otros colegas y también a aprender de los demás, estableciendo relaciones significativas de colaboración entre pares y con otros agentes de la comunidad educativa. Para ello, es clave contar con oportunidades (tiempos y espacios) para recibir y dar retroalimentación a otros. De la misma forma, los docentes deben trabajar en conjunto con los demás miembros de la comunidad educativa, como los Asistentes de las Educación.

6. Motivación: un profesor motivado es aquel que está dispuesto a aprender y que tiene una actitud positiva hacia el cambio y la innovación. El profesor debe preguntarse cómo motivar al estudiante y si está él mismo motivado. Un buen educador es capaz de priorizar el desarrollo y el aprendizaje de los niños y ajustar su enseñanza y los contenidos curriculares para este propósito.

7. Valores docentes: los docentes deben compartir valores comunes, destacando la aceptación de la diversidad en la sala de clases, la importancia del trabajo cooperativo y el respeto por los contextos educativos. Debe creer que puede producir una diferencia en el aprendizaje y desarrollo de los estudiantes, por lo que enseña y cómo lo enseña.

8. Vinculación con el entorno: los docentes deben reconocer el ejercicio de la profesión como una práctica que los vincula regularmente con las comunidades educativas y su entorno geográfico. El acto educativo se debe ver como un acto gregario, contenedor, componedor y de compromiso, dejando de lado el individualismo. El buen docente debe ser capaz de diseñar e implementar clases que se distinguen por interacciones positivas y enriquecedoras en la sala de clase y en los distintos ambientes educativos. Esto permitirá que el estudiante valore al profesor que logra involucrarlo en su formación, permitiendo generar comunidad.

9. Involucramiento: con el proyecto educativo y la comunidad educativa: un docente se debe involucrar activamente en los proyectos educativos de las escuelas, en conjunto con los demás actores de la comunidad, como los apoderados o los asistentes de la educación; construir un ambiente de trabajo positivo y procesos escolares que faciliten el buen funcionamiento de los establecimientos y en el desarrollo de los estudiantes.

10. Humanismo y ciudadanía: un profesor debe tener un alto sentido de compromiso social, ser capaz de generar pertenencia en el estudiante y entregarles valores republicanos. Los docentes, a través de su formación, deben ser promotores activos de los derechos de las niñas, niños y jóvenes a través de su práctica cotidiana en la sala de clases y la escuela.

11. Aprendizaje constante: debe estar comprometido con su aprendizaje a través de la vida, sea a través de mecanismos formales o informales. Esta búsqueda permanente por el Principios y Propuestas de aprendizaje del propio docente estará relacionada con los contextos de cada colegio.

12. Compromiso con la sociedad: las educadoras y educadores del país estarán comprometidos con la sociedad y con el desarrollo de la educación en Chile y más allá de nuestra fronteras, teniendo siempre como norte el aprendizaje y la formación de los niños, niñas y jóvenes.

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