Las desmesuradas matemáticas del Pueblo Nación Mapuche ….
“todo debe ser demasiado” (Delia del
Carril)
Ahora que se acerca we-tripantu,
cuando la demanda por lo arcano renace en nosotros(as), ficciono con las
matemáticas Mapuche, y sutilmente siento que es como otra forma de decir
universo. En Mapudungún: Kiñe(1), Epu(2), Küla(3), Meli(4), Kechu(5), Kayu(6),
Regle(7), Pura(8), Aiya(9), Mari(10), Pataka(100), Waragka(1.000) son las
palabras que permiten hacer Rakin, o acto de numerar los objetos. Una palabra a
izquierda multiplica y a derecha suma: así, 28 se dice Epu Mari Pura y el
numeral 86.348 se dice: Pura mary kayu waragka küla pataka meli mari pura.
Estos Numerales crecen hasta el infinito, por la sola sed de infinito de todo
pueblo …. A eso debo las siguientes desmesuradas palabras, Uds., perdónenme ….
Algún día alguien me había
convencido que las palabras del Mapudungun para escribir los números se
agotaban en combinaciones y había números indecibles, imposibles de escribir y
que ello se asentaba en el contexto de una economía limitada, donde la relación
biunívoca entre números y objetos sería de bajo alcance…. ¡Nada más falso!,
¿cómo pude por un segundo dejar de percibir más allá de lo observable, para pensar
que una cultura viva al asombro del cosmos, se hubiese limitado en sus números?
En principio ni siquiera recuerdo la fecha en que se me dijo: “el kultrún está
girando”, y es obvio que no puedo arrogar ser el primero en sugerirme la
iteración numérica que deviene de este eterno retorno.
Cuando fuimos campañistas en el
Alto Bío Bío, hablábamos de que la costa del río Bío Bío era infinita –un símil
de Maldelbroit- pues bajo la óptica de la repetición fractal (reiteración de
una o más formas a diferentes escalas) de una línea quebrada, quisimos trasmitir
a los periodistas –no sé con qué suerte- que la cosmovisión Pehuenche era y es
infinita.
Patricio Manns susurra en “su”
Araucana, que Arauco es una “lluvia de polen”, un “libro de sólido polvo”, una “áspera
flor salitrera”, “para hacer de sus caídos otra espiga, fundamental,
amorosa y plena” …. No recuerdo si fue Borges quien escribió “El jardín de los
Lautaros que se bifurcan”, un territorio de “galerías hexagonales” o
bibliotecas, que es también otra forma diferente de decir universo, y fue así
como Lautaro devino ser Matías, Alex, Jaime …. también nosotros(as).
Cuando Don Juan, hermano de
Nicolasa y Berta Quintremán Calpán vino, en una que fue quizás su única visita
a la capital para reclamar por dignidad Pehuenche, recorrió el centro y al ver
esa arteria-río que nos atraviesa dolida dijo: “yo lo sabía, el río Bío Bío
cruza todas las tierras”. Si alguien egoísta niega la mensura a este
eco-filosofar, entonces no tenemos derecho a soñar y a constatar, la ilimitada
y persistente presencia de los ecosistemas.
Kintuante es un espíritu, tutelar decía
Neruda, y donde vive este espíritu –en el río Pilmaikén hoy aquejado por
represas- existe un portal por el que se pasa a un universo paralelo donde
habitan espíritus ancestrales. Un adelantamiento a las matemáticas del
“multiverso de las branas” o a los “universos paralelos holográficos”, tan
polemizado hoy en ámbitos científicos. Esto corrobora a Fijot Kapra, en su
certeza de que el paradigma más moderno de la física tuvo su primera expresión
en las sabidurías tribales ….
Ahora que lees este texto, debes saber que es Mapuche el suelo que
pisas ….
A las cósmicas desmesuras
numéricas del Pueblo Nación Mapuche, oponemos las desmesuradas reducciones de sus
tierras. La imagen muestra la fragmentación territorial y la imposición forzada
y dolorosa de estos Conjuntos Disjuntos llamados reducciones …. Los Mapuche
contestan: “mientras más oscuridad traigan a nuestro pueblo, más brillarán nuestros
ojos” ….
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