domingo, 28 de febrero de 2016
Viñeta Mates # 1 - 7mo y 8avo
Respuesta Viñetas Matemáticas - # 1 al # Infinito!
viernes, 26 de febrero de 2016
Bienvenidos y Bienvenidas !!!!
viernes, 19 de febrero de 2016
Completa la secuencia ....
Girar puede provocar algo MUY curioso!
martes, 16 de febrero de 2016
A quemar los últimos cartuchos!
domingo, 14 de febrero de 2016
Test ( por Claudio Escobar)
sábado, 13 de febrero de 2016
Confirman ONDAS GRAVITACIONALES predichas por Einstein
Maturana para principiantes: La biología del amar y del conocer
¿Existe una realidad objetiva? ¿Somos seres totalmente racionales? ¿Cómo afecta eso nuestra vida? Revisemos qué tiene que decir el biólogo Humberto Maturana al respecto y, de pasada, sabremos por qué es tan famoso.
Algunos antecedentes: autopoiesis, realidad y lenguaje.
Las bases biológicas del conocimiento
Sobre la objetividad
Las bases emocionales de nuestras relaciones
La biología del amar
Entonces, ¿qué recomienda Maturana?
¿Consideras que es útil este aporte de Humberto Maturana?
miércoles, 3 de febrero de 2016
El descubrimiento de la circunferencia
Clinio Malabar era un loco, cuya locura consistía en no adoptar una posición cualquiera, sentado, de pie o acostado, sin rodearse previamente de un círculo que trazaba con una tiza. Llevaba siempre una tiza consigo, que reemplazaba con un carbón cuando sus compañeros de manicomio se la sustraían, y con un palo si se hallaba en un sitio sin embaldosar.
Dos o tres veces, mientras conversaba distraído, habíanle empujado fuera del círculo; pero debieron de acabar con la broma, bajo prohibición expresa del director, pues cuando aquello sucedía, el loco se enfermaba gravemente.
Fuera de esto, era un individuo apacible, que conversaba con suma discreción y hasta reía piadosamente de su locura, sin dejar, eso sí, de vigilar con avizor disimulo, su círculo protector.
He aquí como llegó a producirse la manía de Clinio Malabar:
Era geómetra, aunque más bien por lecturas que por práctica. Pensaba mucho sobre los axiomas y hasta llegó a componer un soneto muy malo sobre el postulado de Euclides; pero antes de concluirlo, se dio cuenta de que el tema era ridículo y comprendió la maldad de la pieza apenas se lo advirtió un amigo.
La locura le vino, pensando sobre la naturaleza de la línea. Llegó fácilmente a la convicción de que la línea era el infinito, pues como nada hay que pueda contenerla en su desarrollo, es susceptible de prolongarse sin fin.
O en otros términos: como la línea es una sucesión de puntos matemáticos y éstos son entidades abstractas, nada hay que limite aquélla, ni nada que detenga su desarrollo. Desde el momento en que un punto se mueve en el espacio, engendrando una línea, no hay razón alguna para que se detenga, puesto que nada lo puede detener. La línea no tiene, entonces, otro límite que ella misma, y es así como vino a descubrirse la circunferencia.
Tan pronto como Clinio realizó este descubrimiento, comprendió que la circunferencia era la razón misma del ser, realizando, también simultáneamente, este otro descubrimiento: Que la muerte anula el ser, cuando éste ha perdido el concepto de la circunferencia.
Así explicaba el médico interno, el caso de Clinio Malabar.
Éste sostenía aún un complemento de su idea. Todo ser decía, es una convicción matemática. Para la inmensa mayoría, ésta consiste en la unidad, o sea la evidencia abstracta de la línea limitada por sí misma.
Esto que es un puro instinto, pues viene por transmisión hereditaria, sin necesidad alguna de formularse, no mortifica naturalmente. Los seres «unitativos», mueren por la convicción correlativa de la finalidad, que adoptan cuando son incapaces de concebir la perfección de la circunferencia; porque una circunferencia perfecta no tiene fin, y la muerte carece entonces de razón.
Los que comprenden el problema, muy pocos, necesitan vigilar su circunferencia. Es lo que hacía Clinio Malabar.
Proponíase, en esta forma, ser inmortal; y es tan poderosa la sugestión, decía el médico interno, que en veinte años de manicomio aquel sujeto no había presentado el más leve signo de vejez.
Caminaba lo menos posible, con el objeto de no permanecer «ilimitado», y dormía en el suelo. Todos se habían acostumbrado ya a respetar su manía.
Pero cierta vez, ingresó a la clínica un nuevo practicante, a quien chocó aquello extraordinariamente.
Empezó a hostilizar al loco, sin que éste se ofendiera. Sólo cuando intentaba borrarle su circunferencia, daba gritos tales, que era necesario suspender la operación. Desde aquel día, el loco empezó a describir en todos los parajes ocultos de las oficinas y de los patios, círculos de repuesto para usarlos en un caso de apuro.
Una noche, el practicante se propuso salirse con la suya, pues como buen aficionado del manicomio, era a su vez un poco maniático; y mientras el loco dormía borró cuidadosamente su circunferencia. Algunos locos, puestos al tanto de la travesura, buscaron y borraron a su vez las circunferencias de repuesto.
Clinio Malabar no se levantó. Había muerto, al desvanecerse su limitación geométrica.
El incidente hizo algún ruido si bien no se le dio la ulterioridad judicial que reclamaba, en homenaje al decoro profesional; pero los locos quedaron tan impresionados, que desde ese día empezaron a oír por todas partes la voz de Clinio Malabar.
Por la noche habló más de dos minutos debajo de una cama; a poco se hizo oír en varios puntos de la huerta. Los locos sabían algo, pero no querían decirlo.
Lo curioso es que el fenómeno contagió a los ayudantes, quienes juraban haber oído también hablar al loco muerto.
Un día a las once de la mañana más o menos, comentábamos esto con el médico interno en la galería que rodeando el patio del hospicio nos protegía del bravo sol estival.
De repente bajo un tarro que cubría puesto boca abajo no se que plantitas exóticas, allí, a veinte pasos de nosotros estalló sonora una frase. ¡La voz de Clinio Malabar!
Antes que volviéramos de la impresión los locos acudieron aullando, como vacas al sitio de un degüello. Todo el personal se conmovió. Allá bajo el sol clarísimo, en el patio raso, bajo el tarro aquel, sonaba con las mismas frases que tanto conocíamos, la voz de Clinio Malabar. De Clinio Malabar enterrado hacía una semana, previa la más completa autopsia.
Los locos nos lanzaban miradas feroces; el personal tiritaba horrorizado y nosotros mismos no sé adónde hubiéramos ido a parar si el médico, en un supremo arranque de energía, no vuela el tarro de un puntapié.
La voz cesó bruscamente, y sobre el cuadro mohoso que la boca del recipiente formara apareció inscripto con tiza uno de los círculos de Clinio Malabar.
Desafío: "Una elección ordenada" - Juego de Ingenio - Juego del Teseracto
La figura representa el pequeño huerto (Plantación Matricial) del laborioso Don Manuel en el que como se ve, tenía éste plantado 36 repollos, formando 6 repollos en cada fila (horizontales) y otros 6 en cada columna (verticales).
Apareció entonces un comprado que deseaba llevarse 6 repollos y Don Manu quiso escoger de tal forma que: en la disposición resultante siguiese habiendo un número par de plantas en todas las filas y también un número par de plantas en todas las columnas y en las dos diagonales principales.
¿Qué plantas debió conseguir para tal propósito?
martes, 2 de febrero de 2016
lunes, 1 de febrero de 2016
Asombrosas Matemáticas .... Por la BBC
Una repuesta popular a esta pregunta es la identidad de Euler, que muestra que el número irracional y trascendente de Euler e -que aparece en numerosos procesos naturales y en diferentes problemas físicos y matemáticos- a la potencia de pi multiplicado por i que es una unidad imaginaria, la raíz cuadrada de -1 y luego sumarle 1 da como resultado... 0.
El que tal mezcla loca de números lleve a un resultado tan simple parece ir en contra del sentido común.
Otro problema igual de sorprendente es la paradoja de Banach-Tarski, que muestra que una bola sólida puede cortarse en cinco pedazos especiales que se pueden usar para hacer dos réplicas perfectas, exactas y sólidas de la bola original.
Para ser justos, los pedazos son muy especiales, infinitamente dentados, de tal manera que no son posibles en el mundo real.
Pero el que es quizás el resultado más loco sí tiene implicaciones en el mundo real: es la suma de todos los números enteros -1+2+3+4 y así-, hasta la infinidad.
A primera vista, el resultado debería ser infinito. La respuesta correcta, no obstante, no es ni siquiera un número positivo: es -1/12.
Este resultado surge de algo llamado la continuación analítica de la función zeta de Riemann, y los físicos han probado con éxito sus implicaciones en teorías sobre el mundo subatómico.
¿De dónde sacó las rayas la cebra?
Este misterio ha sido "finalmente" develado varias veces a lo largo de los años, con explicaciones que van desde camuflaje hasta defensa contra parásitos.
La evidencia más convincente -publicada en enero por científicos estadounidenses- indica que el principal beneficio es la forma en la que las contrastantes rayas negras y blancas absorben el calor.
El negro se pone más caliente que el blanco, lo que crea remolinos de aire refrescantes sobre la piel de la cebra.
¿Hay algún juego en el que los humanos le puedan ganar a las computadoras?
Los humanos todavía tenemos la ventaja en el antiguo juego chino Go.
Como el ajedrez, tiene un tablero cuadriculado, pero tiene más cuadrados (19x19) y cada pieza tiene más movidas potenciales.
Mientras que el ajedrez se va volviendo más claro en términos de computador a medida que progresa y hay menos piezas en juego, Go requiere más criterio e intuición.
Esos atributos son más apropiados para la inteligencia humana que para los algoritmos de las máquinas.
¿Cambian las huellas digitales a lo largo de la vida?
El patrón de curvas y espirales de tus huellas fue fijado tres meses antes de que nacieras.
Puedes hacerte una cicatriz en las yemas de los dedos con una cortada o perderlas temporalmente por causa de abrasivos, ácidos o algunas condiciones de la piel, pero volverán a crecer antes de un mes.
A medida que envejeces, la piel de las yemas de los dedos se torna menos elástica y las crestas de las huellas se engruesan. Eso no hace que cambien, pero sí es más difícil tomar una huella o escanearlas
Por qué hay que saber de %?
Pues vamos a verlo con un ejemplo.
Os propongo el siguiente trato:
Depositáis 2.000€ en una cuenta a mi nombre… de acuerdo que no empieza muy bien para vosotros el trato, pero esperad al final que seguro que os va a gustar más.
Yo el primer día ingresaré en la cuenta el 20% del saldo que haya, y al día siguiente retiraré el 19%. De esta manera, cada dos días ganáis un 1% (el 20% que os doy menos el 19% que os quito al día siguiente), así durante un año. Al cabo de un año os traspaso todo lo que hay en la cuenta.
¿Qué os parece?
Por si tenéis alguna duda todavía, os prometo además que el último día coincidirá con un pago mío de un 20%.
¿Aceptáis ahora?
Parece que el negocio es redondo para vosotros.
¿No tiene mala pinta, no?
Sin embargo, yo me lo pensaría bien antes de aceptarlo.
El problema con los porcentajes es que la mayor parte de las veces no pueden sumarse o restarse directamente tal y como, de forma malintencionada, he hecho yo (20% – 19%), pues la base sobre la que se aplican es distinta.
Vamos a ver qué pasa en el trato que os he propuesto:
El primer día ingresáis 2.000€ y yo, cumpliendo mi parte del trato, pongo 400€ (el 20% de 2.000€), dejando el saldo de la cuenta en 2.400€.
Hasta aquí todo estupendo para vosotros, que al final del todo os vais a llevar todo lo que tenga la cuenta.
El segundo día retiro el 19%… ¡de 2.400€!, es decir, 456€, quedando el saldo de la cuenta en 1.944€.
Ummmm… hemos bajado de los 2.000€ iniciales -pensaréis- pero ahora me toca ingresar otra vez…
El tercer día vuelvo a ingresar el 20%, pero de lo que hay, es decir de 1.944€, que son 388,80€, dejando la cuenta en 2.332,80€.
Bueno, volvemos a tener más dinero que cuando empezó todo.
El cuarto día retiro el 19%… eso sí, de 2.332,80€, que son 443,23€, y quedan así en la cuenta 1.889,57€.
Uy, uy, uy… No se si os dais cuenta, pero cada vez hay menos dinero en la cuenta…
…y así sucesivamente.
Al cabo de un año, en la cuenta quedarán… ¡13,66€!
Llegados a este punto diríais… ¡Dónde está mi dinero! que en emoticono sería algo así como…
¿Qué es lo que ha pasado?
Como os decía al principio, la base sobre la que se calculan los dos porcentajes no es la misma, como habéis podido ver.
Si quisiéramos hablar del rendimiento medio de la inversión, éste no se calcula mediante la media aritmética (20 – 19)/2 = 0,5 cada dos días, sino que habría que calcular la media geométrica del factor que se aplica cada día, esto es, la raíz cuadrada de (1,2 x 0,81) que es 0,9859.
Es decir, cada dos días se pierde un 1,41% (1 – 0,9859 = 0,0141) del saldo que haya en la cuenta, y no se gana el 0,5% como os quise hacer ver. Está claro que inversión, lo que se dice inversión, para vosotros no era… a no ser que estéis invirtiendo en mí.
Ahora os pregunto:
¿Tiene o no tiene importancia saber algunas cosas, como por ejemplo de porcentajes?
Pues pensad en las facturas eléctricas, por ejemplo, cuando nos hablan de las subidas y bajadas que han sufrido a lo largo del año. En los medios de comunicación, en ocasiones, se suman y restan alegremente, como un balance de sumas y restas, como si diese igual en qué momento se hace cada una y, como hemos visto, no es así.
Pero esto da para mucho y, si os apetece, lo veremos en otra ocasión.