Título: ¿Puede la noción de Infinito Matemático
contribuir al entendimiento del infinito que hay en un sentimiento humano?
“Mujer
de Calama, con tu memoria, haremos la siembra para la historia” [*1]
“La
libertad es la esencia de las matemáticas” [*2]
(en
torno a “Nostalgia de la Luz”, ensayo, por Claudio Escobar Cáceres)
Introducción y Descripción del Documental: Me han invitado en ensayo, a reflexionar a
instancias del video documental "Nostalgia de la luz" [*3], de
Patricio Guzmán, producido el año 2.010 (Mejor documental – European Film
Academy Award 2010 – [*4]), una obra de 90 minutos de duración, en donde se
exponen variadas búsquedas: la de los astrónomos sondeando el cosmos para
percibir posibles atisbos de vida en el universo extrasolar, la de los
Familiares de Detenidos Desaparecidos, tras la huella de una mínima osamenta,
que pudiera cerrar el ciclo, el círculo de dolor, el duelo que no cesa,
provocado por la mordedura de la desaparición forzada en dictadura.
Desarrollo del Ensayo: Son dos saltos al vacío, cada uno una metáfora del
otro, dos balbuceos inconclusos que entrelazan caos y cosmos, son dos
experiencias que a ratos parecieran inenarrables desde una tercera persona. Por
fotografías lanzadas hacia el principio de los tiempos, capturando luces
primitivas -esas que podrían venir de estrellas ya apagadas- se busca el origen
del universo y su deriva. Desde una espalda curvada al sol, indagan ADN humano
en huesos, sabiendo que esa arquitectura es UNA posibilidad, entre las
infinitas combinaciones de las bases nitrogenadas que conforman los ácidos
nucleicos. El universo se expande frenético -en su borde cercano que la
velocidad de la luz- las “Mujeres de Calama” se mueven lento, tan lento como lo
permite el sol y el rigor del desierto, sin embargo, ambas búsquedas están
conectadas, como en enredo cuántico: cada hueso encontrado enciende el fulgor
de una estrella.
Yo soy matemático
pero también, en cierta forma, he sido activista en Derechos Humanos. Me veo a
diario enfrentado a las imbricadas e infinitas posibilidades de la estructura
axiomática de las matemáticas, me he visto absorto frente a la loquísima e
incontrolable multiplicidad de la combinatoria del azar .... Pero también he
esperado en la sala de la Agrupación de Detenidos Desaparecidos, los nerviosos
e infinitos segundos previos, a una acción de encadenamiento –y su represión- por
ejemplo, en los barrotes del edificio del ex Congreso.
¿Puedo yo, como
matemático, vincular el infinito de mi ciencia con una espera infinita por
justicia?; ¿Me sería posible, como científico, pispar un similar abismo entre
una ciencia regida por la incertidumbre y la incompletitud y la nostalgia que
va y viene cabalgando fundida a la luz de los que amaban?; ¿Puedo yo, como
matemático puro, SENTIR que los infinitos van en paralelo o quizás se
traslapan, o sólo me habilito por mi doble militancia de matemático y activista?;
¿Son radicalmente distintos el infinito de la ausencia y el infinito de la
ciencia, o poseen esencias similares?; ¿Por qué el camino de formación de un
científico, pareciera ser una lobotomía que nos ciega acceder a otros
infinitos?; ¿Podría la bastedad de mi experticia, lanzarme al abrazo de otros
infinitos?
Conclusiones: Yo creo que las ventanas que se abren fractales, en la búsqueda de
los Detenidos Desaparecidos, importan dolores diametralmente diferentes del
buceo ansioso (a ratos jubiloso) del que indaga en los infinitos de la ciencia,
sin embargo, ambos infinitos te dislocan en una búsqueda que compromete toda tu
existencia y que instala preguntas que permean incluso tu cuerpo, ambos abismos
te dibujan una cierta incomodidad, el hormigueo de barriga, la vacuidad de lo
existencial. Abrazar estos infinitos es elegir el exilio y el borde.
En mi caso, creo que
el azar me lanzó en la confluencia de estos dos infinitos. Aunque sé que es la
sola ciudadanía del vivir, la que nos da el derecho y nos impele asomarnos al
grito por la justicia, tengo la certeza en mi piel, que el infinito de los
derechos humanos y el infinito de las matemáticas sutilmente se cruzan, yo lo
sé …. para misteriosamente y sin barreras…. abrazarse! …. Al fin y al cabo,
ambos infinitos, van en la búsqueda de la libertad.
[*1] “Mujer de
Calama”, Víctor Manuel y Ana Belén, 1988.
[*2] Cantor, Fragmentos
de un discurso Matemático. Pablo Amster, Fondo de Cultura Económica, 2007.
[*3] Nostalgia de la
Luz, Patricio Guzmán, Jirafa y Atacama producciones, 2010.
[*4] www.noticias.udd.cl,
(2010).
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Material Complementario:
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