Más horas de clases no siempre implican mejores resultados académicos
Aunque es importante no descuidar el tiempo que se dedica a enseñar una materia, los datos muestran que importa más cómo se aprovecha ese período. Prestar atención a la calidad docente, actualizar el currículo acorde con las necesidades y generar ambientes seguros para los alumnos son aspectos fundamentales.
Margherita Cordano F.
A los 15 años, los alumnos chilenos dicen destinar 6 horas y 40 minutos a clases de Matemáticas en sus colegios. En países como Croacia, Hungría o Montenegro, para el mismo ramo el tiempo se reduce a menos de 2 horas y 30 minutos.
Las cifras son parte de los datos del último informe PISA in Focus, publicación mensual que detalla resultados en torno a esa prueba. Su texto más reciente analiza si existe una correlación entre las horas que los colegios dedican a una materia y la obtención de mejores resultados en exámenes internacionales: aunque se reconoce un paralelo en muchos casos, ejemplos como el de Chile muestran que este no siempre se cumple.
"Con un promedio de 423 puntos en la Prueba PISA de Matemáticas 2012, Chile aparece como una nación por debajo del resto de los países OCDE evaluados, que promedian 494 puntos. El 52% de los estudiantes es considerado un alumno de bajo desempeño, mientras que la media OCDE es del 23% de los jóvenes", explica desde París Noémie Le Donné, de la Dirección para la Educación y Habilidades de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que supervisa la puesta en marcha de PISA.
De esta forma, el informe concluye que aunque es importante no descuidar el tiempo que se dedica a aprender sobre una materia -los países con pocas clases tampoco destacan-, para obtener buenos resultados es fundamental tomar en cuenta otros factores.
La rutina
"Aumentar el número de horas que los estudiantes pasan en clases no mejora su rendimiento de forma automática. Los colegios y los sistemas escolares deben asegurarse de que una cantidad suficiente de clases (ver cifras) se combina con opciones curriculares adecuadas, profesores de alta calidad y entornos de aprendizaje positivos", indica el texto.
También es fundamental sacar provecho de la clase en sí. Hace dos años, Patricio Felmer decidió investigar cómo se llevaban a cabo las clases de Matemáticas de 30 docentes jóvenes de enseñanza media. Junto a un equipo del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) de la Universidad de Chile, el Premio Nacional de Matemáticas concluyó que en una clase de 45 minutos, siete se usaban para cuestiones ajenas a la materia, 22 a la instrucción directa de los maestros y 10 a la actividad individual de los alumnos. Solo se destinaban seis minutos al trabajo en grupo.
En esos últimos 16 minutos, las actividades no rutinarias constituían solo 15% del tiempo.
"La pregunta, entonces, es cuánta Matemática aprenden nuestros estudiantes si dedican solo 2 minutos y medio a lo más interesante de la asignatura, que es conversar sobre problemas nuevos, hacerse preguntas sin respuesta directa, contestar preguntas motivadoras, resolver problemas que constituyen desafíos y cuestionar los conocimientos adquiridos", plantea Felmer.
Aprendizaje positivo
El informe OCDE concuerda al concluir que "importa tanto la cantidad como la calidad de las oportunidades de aprendizaje". En Grecia, por ejemplo, la clase de Matemáticas se aprovecha tan bien, que se calcula que una hora más de aprendizaje equivale a 96 puntos extras en los resultados PISA.
Además de capacitar mejor a los profesores en cuanto a alternativas para enseñar sobre las distintas asignaturas, para sacar provecho de lo que se imparte también es necesario que los docentes sepan generar confianza en sus estudiantes; es lo que la OCDE define como aprendizaje positivo.
"Tiene mucho que ver con la expectativa que los profesores tienen frente a sus alumnos lo que estimula el aprendizaje. Esto va más allá de la buena onda entre quien enseña y uno de sus estudiantes: se fomenta que todos aprendan en conjunto, que todos crean en la capacidad propia y la de sus compañeros", explica María Jesús Honorato, académica de la Facultad de Educación de la Universidad del Desarrollo, quien previamente trabajó para la Unidad de Currículum del Ministerio de Educación.
"También se trata de entregar la opción de escoger, dar cuenta que se confía en la capacidad del alumno. Es darles menos instrucciones y más autonomía; mostrarles que pueden ser gestores de su aprendizaje", agrega.
Para Noémie Le Donné, esto efectivamente pasa por una relación de confianza entre profesores y alumnos. Además -agrega- un ambiente de aprendizaje positivo también tiene que ver "con un clima de disciplina que permita a los estudiantes concentrarse dentro del aula".
"En la definición de horas dedicadas a las distintas materias se expresa la importancia relativa que la sociedad da a cada una de ellas. Por esta razón es que esta definición siempre estará en el debate educacional y sujeta a cambios en el tiempo. El número de horas es limitado, por lo que el aumento de horas de una materia significa necesariamente la disminución de otras".
Patricio Felmer, investigador CIAE y Premio Nacional de Matemáticas.
Patricio Felmer, investigador CIAE y Premio Nacional de Matemáticas.
EN CIFRAS3 horas y 38 minutos de clases de Matemáticas se destinan en los países OCDE a la semana. Chile supera esta cifra en tres horas.
13 más que en 2003 es el promedio de minutos extras que en 2012 se destinaron a clases de Matemáticas en los países OCDE.
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