Este artículo fue escrito por mi hace Muuuuuuchhoooooossss años, cuando todavía no sabía lo que era ENACTAR, por ejemplo .... hummmm, veamos:
Matemáticas
y Subjetividades de los CUERPOS.
(Matematizando
Cuerpos, Corporizando Matemáticas)
Hay
temáticas que parecieran no tener muchos puntos de vinculación, un
ejemplo de esto en el ámbito de las matemáticas, es la incidencia
corporal en la construcción de las mismas -al menos en un cierto
imaginario-. Superando la parcial mirada que asocia las
matemáticas a lo intelectivo, yo sostengo que no hay nada más
pertinente que el cuerpo a la hora de "hacer" matemáticas.
Reflexionar
los cuerpos para leer -en y desde ellos- la sociedad, es una práctica
que recién deviene, un regalo que se ha acrecentado con la
postmodernidad. Es exquisito "goglear": "historia
(desde los) cuerpos", husmear la fragmentación que de los
cuerpos hacen las sociedades concretas, encontrar preguntas e
imágenes sugestivas como: "¿ qué nos dice el cuerpo ?, ¿
hay varios cuerpos, uno sólo ?, ¿ cómo se construye, desde afuera
o desde adentro ?, ¿ cómo sobrevive ?, ¿ qué hacemos con él
cuando el sufrimiento se acumula ?, ¿ cómo pensar sus resiliencias
? para luego reflexionar en torno de lo que al parecer se ha
divagado menos: la incidencia corpórea en la construcción de las
matemáticas.
En
este texto intento dar pequeñas pinceladas e historias de vida, que
ayuden a establecer ciertas rupturas necesarias sobre la maniquea
idea de un cuerpo excéntrico al quehacer matemático.
En
el lineal vínculo del cuerpo como soporte de lo intelectivo, huelga
partir con una salvedad que ya es un secreto a voces en el
estado actual de la neurociencia, y es que no hay ningún gradiente
biológico que diferencie la capacidad de los géneros para
aprehender y construir matemáticas.
Un
elemento novedoso emerge de una encuesta relativamente clásica,
hecha por el matemático francés Jacques Hadamard a los matemáticos
y físicos de su época. Es muy curioso que la encuesta encuentra
similares frecuencias relativas en muy diversas audiencias.
Frente
a la pregunta:
¿
Cómo piensa un matemático?
y
a las alternativas:
A)
con números; B) con símbolos (letras como x, números y otros
signos) ; C) con palabras (como en lógica) ; D) con imágenes
mentales visuales ; E) con imágenes visuales auditivas ; F) con
imágenes mentales táctiles ; G) con imágenes mentales motoras
(gestos y movimientos de manos, etc.) ; H) Otras, hay un cierto
patrón que se repite.
Demás
está decir, que las primeras alternativas recogen frecuencias
relativas más altas que las demás (acumulan cerca del 70 %) , sin
embargo, miremos curiosos lo que dijo Albert Einstein: « Las
palabras o el lenguaje, tal como son escritas o habladas, no parecen
jugar ningún rol en mis mecanismos de pensamiento. Las entidades
físicas que parecen servir como elementos de pensamientos son
ciertos signos e imágenes más o menos claros que pueden ser
voluntariamente reproducidas y recombinadas …. Los elementos
anteriores son, en mi caso, de tipo visual y algunos de tipo
muscular. » Interesante es la inclusión de lo muscular. Al
parecer nosotros(as), aprendemos y enseñamos con una imagen
compulsiva, que expulsa del quehacer matemático (científico) la
relevancia del cuerpo.
La
conclusión final, acorde a investigaciones internacionales es que un
mejor y más profundo entendimiento de las matemáticas requiere
provocar representaciones múltiples: motoras, cinestéticas,
visuales, espaciales, verbales y simbólica-matemáticas. Es acá
donde de plano se descarta la desvinculación del quehacer matemático
respecto del cuerpo, cobrando especial relevancia lo sugerido por
Einstein, quien hoy es considerado de alguna forma, el paradigma del
pensamiento humano, por su capacidad asombrosa de rebasar los límites
del pensamiento para elaborar modelos físico-matemáticos de mayor
coherencia con lo real.
Buscando
Cuerpos-Matemáticos en el Cuerpo de la Historia.
(Situaciones
extremas vividas)
Lo
de a continuación es una recopilación impresionante de pequeños
relatos que nos abren a las subjetividades de matemáticos y
matemáticas que crearon desde la belleza y la tragedia de sus
cuerpos. Relevo sus cuerpos como elementos insoslayables en su
producción matemática .... Veamos ....
Alejandría, entorno del año
415: Hipathya es denudada a fuerza, arrastrada por la ciudad y al
interior de un templo cortan su cuerpo con caracolas
marinas .... y si bien este relato no está confirmado con
rigurosidad histórica, Hipathia recibió en su cuerpo el
castigo por la osadía de su mente. El mito habla de una mujer en
extremo bella, brillante matemática, filósofa y astrónoma. No
pudieron los guardianes del orden (de la religión) aceptar que
una mujer inteligente -que prefirió no casarse para dedicarse
íntegra a la investigación- dirigiera con maestría la
borgeana Biblioteca de Alejandría. Podemos considerar su muerte
como un atentado patriarcal, como la intolerancia religiosa
frente a "un otro" que profesó abiertamente -en desmedro
de todo tipo de culto- creer en la filosofía y en la ciencia.
Este desacato se acrecentó por el hecho de que el referido "un
otro" era atrevidamente "una otra". Hipathia
pierde su cuerpo y su capacidad de seguir creando aunque en nosotros
resuenan sus preguntas: ¿ Y si la tierra, no
describiera orbitalmente un círculo, si no siguiera esa sección
cónica -considerada en Alejandría- como "la" curva
perfecta ?, ¿ y si estuvíesemos equivocados, y el sistema
heredado de Ptolomeo se desgajara, y nos obligara sentirnos que
no somos el centro del universo ?
Paris,
1789. A los trece años de edad, Sophia es insinuada a dejar las
matemáticas por ser una "actividad reservada a los varones".
Pienso en las bellas, aquellas mujeres matemáticas, literatas o
músicas -y de todo el espectro de la creatividad humana- que
debieron obliterar sus vidas a través de travestir sus nombres al de
un varón, o adoptar el nombre de sus esposos para publicar,
para difundir una pieza musical o para hacer matemáticas. Sophie
Germain cambió su nombre al masculino "Sr. Leblanc",
para que sus cartas a Gauss y a Lagrange no fueran rechazadas por ser
mujer. Otra Sofía, Sophía Kovalevskaya, tardó años lograr un
puesto en la academia por su condición de mujer, lo que fue
precedido por la prohibición de su padre a estudiar matemáticas,
voluntad que alteró estudiando cuando todos dormían en su casa
paterna y casándose como solución final a la imposición de no
vivir fuera del dominio familiar, cuando quiso estudiar en el
extranjero.
29
de Mayo de 1832 o cuando las matemáticas avanzan a balazos (a sablazos mejor sería, ja ja ja).
El cuerpo de Galois suda a borbotones el big bang de su Teoría de
Grupos. Dos días antes de su muerte, Galois fue liberado de su
encarcelamiento. Los detalles que condujeron a su duelo
(supuestamente a causa de un lío de faldas) no están claros. Lo que
sorprende al ojo de la historia es la noche anterior a su muerte.
Évariste Galois estaba tan convencido del desenlace de su vida, que
pasó toda la noche -afiebrado- escribiendo lo que se convertiría en
su testamento matemático. El 30 de mayo del fatídico año, a
primera hora de la mañana, Galois perdió un duelo de espadas contra
el campeón de esgrima del ejército francés, falleciendo al día
siguiente a las diez de la mañana (probablemente de peritonitis) en
el hospital de Cochin, después de rehusar los servicios de un
sacerdote. Sus últimas palabras a su hermano Alfredo fueron: «¡No
llores! Necesito todo mi coraje para morir a los veinte años».
Londres,
entornos de 1945: Turing es obligado a un tratamiento con
fármacos para evitar un año a la cárcel. Alan Turing fue un
magnífico matemático y teórico en el campo de la informática, al
que se le obligó a convertirse en conejillo de indias humano,
tras sometérsele a la inyección de estrógenos para "invertir"
su homosexualidad. Esta brutalidad se llevó a cabo a pesar de
su contribución real al adelanto del día final de la Segunda Guerra
Mundial, cuestión que logró por su ingenio para descifrar
los códigos secretos nazis generados con la máquina Enigma. Su ser
total fue castigado, y fue ese mismo cuerpo el soporte de una
inteligencia que paró el horror de una guerra que segaba vidas. Fue
la misma sociedad que le premió con la "orden del imperio
británico" la que castigó su "desviación" de lo
normal.
Kumbakonan,
1920: Srinavasan Aiyangar Ramanujan muere débil, joven, casi
solitario, como producto de su pobrería india. Varios matemáticos
famosos rechazan sus cartas como rechazando la “pobreza intelectual
del cuerpo de la India”. Ramanujan entra con una beca a la escuela
pública de 7 años, recitaba de memoria cifras de Pi a sus
compañeros de básica (homenaje hecho en el film "la vida de Pi"), a los 12
años dominaba toda la trigonometría y a los 15 le prestaron un
libro con 6.000 teoremas existentes, lo que cerró el capítulo de su
formación escolar …. en 1912 -a 8 años de su muerte- replicó 120
fórmulas increíbles, que su mecenas matemático calificó con las
siguientes palabras: “deben ser verdaderas porque es imposible que
algo tan bello no lo sea”. Murió con la ontogenia de un cuerpo
empobrecido, altermundizado, hambriento quizás, hambriento de ser
oído, famélico como lo es India.
Lo
que intento a través de este mosaico de historias es deconstruir la
vulgar imagen que disocia los cuerpos de la construcción matemática,
tanto por la condición corporal obvia de sus gestores como por la
construcción social que desprecia el cuerpo en favor de lo
intelectivo o reduce en la negación brutal el quehacer matemático a
lo masculino. Este escrito intenta dar voces en torno a lo corporal
como factor imprescindible a la hora de entender las matemáticas
como construcción social, resaltando la forma política con la que
se encaja el cuerpo en la producción histórica de las matemáticas.
Hacemos
matemáticas desde la Ontogenia.
Se
hace matemáticas desde el cuerpo .... Se construye política y
socialmente un papel para el cuerpo en la construcción de la vida ….
en la construcción de las matemáticas.
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