Método Waldorf para las Matemáticas

Tomado de: Método Waldorf para las mates

Para la correcta utilización de diferentes metodologías en lo que se refiere a la enseñanza de matemática; el maestro debe realizar una planificación previa basándose en los conocimientos adquiridos por los niños en etapas anteriores de su vida. Hay que tomar en cuenta que necesidades presenta el niño, que es lo que se debe reforzar con la guía y acompañamiento  del maestro.

 
Uno de los principios Waldorf es trabajar con los niños en el aula de clase ejercicios de movimientos, acompañados de series numéricas. Estos movimientos se los puede realizar caminando, aplaudiendo, brincando o cantando; con el objetivo de ir despertando la voluntad de los estudiantes.
 
Otro principio del método Waldorf, plantea que las cuatro operaciones deben ser introducidas y ejercitadas simultáneamente. La enseñanza tradicional de la aritmética procede sintéticamente (5 + 7 = ?), en cambio la pedagogía Waldorf aplica el método analítico (12 = ? + ?). Para poder comprender de una mejor manera este planteamiento, podemos decir que en el sistema sintético sólo existe una solución: 5 + 7 tiene que resultar 12. En el método analítico, el punto de partida, es el todo: 12, y es aquí en donde la fantasía empieza a despertar y el niño puede inventar un gran número de soluciones y todas llegaran a ser correctas: 12 = 5 + 7, 12 = 10 + 2,  12 = 6 + 3 + 3, entre otras. Y de esta manera podemos seguir introduciendo las otras operaciones matemáticas, logrando obtener los siguientes resultados: 12 = 3 × 4, 12 = 2 × 6, 12 = 2 × 5 + 2, 12= (3 - 1) × 6.
Con la utilización de esta metodología podemos darnos cuenta que la fantasía produce una intensa actividad mental. Los alumnos se entusiasman, el mundo árido de los números se transforma en campo de juego.

Entra en juego un elemento precursor de la libertad del pensamiento, ya que los estudiantes  tienen muchas posibilidades de acierto, de conseguir un resultado correcto, el cual no se limita a un pensamiento rígido 5+2=7, en el cual sólo existe 

una solución correcta. Todos los alumnos pueden colaborar y en ciertos casos el  alumno menos despierto, responderá 12 = 5 + 7, o 12 = 6 + 6, o 12 = 3 x 4 y estará feliz y entusiasmado. Los más despiertos y veloces, a su vez, conseguirán en el mismo tiempo diez o veinte soluciones cada una más compleja que la anterior: 12 = 5 × 6 - 20 + 2. Con esto, el docente tiene un excelente recurso para evaluar a sus alumnos sin producirles sentimientos de miedo, reconociendo fácilmente sus capacidades y conocimientos. Este ejemplo, entre centenares, muestra cómo la enseñanza de la matemática, puede ser viva. 

Evidentemente, este sistema no se limita a los rudimentos de la matemática, sino que cubre todo su campo, hasta los últimos grados del ciclo superior. Allí los alumnos aprenden todo lo necesario para aprobar los exámenes, pero, además de eso - y principalmente -, ellos aprenden a pensar y a sentir matemáticamente.